jueves, 21 de mayo de 2009

Mi confrontación con la docencia


Hola estimados maestros y tutora:
Mi profesión la estudie en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Campeche en la Unidad de Estudios con sede en la ciudad de Escárcega, lugar donde actualmente vivo. Soy ingeniero en desarrollo rural, carrera que termine en el año 1999. Mi inicio como docente se dio en septiembre del año 2002 en el Colegio de Bachilleres de Campeche en la modalidad de Educación Media Superior a Distancia (EMSaD) en una comunidad llamada La Libertad en el municipio de Escárcega. El sistema EMSaD se inicio en el estado de Campeche en el año 1998, siendo el EMSaD 02 Libertad uno de los primeros centros de la modalidad a distancia.

Un día del mes de agosto del año 2002 vi en el periódico TRIBUNA una convocatoria donde aparecían horas para dar clases en el área Matemáticas y me anime a presentar examen de oposición compitiendo con 2 maestros más, y cuando verifique los resultados me lleve la sorpresa de haber ganado por un punto las horas que impartiría a partir de septiembre de ese año en el EMSaD 02 Libertad. Todavía conservo el recorte de esa convocatoria y me llena de alegría el observar el recorte y recordar la forma como gane la oportunidad para ser docente.

Desde el 2002 a la fecha he estado en el mismo centro educativo impartiendo las asignaturas matemáticas I, II, III, IV, cálculo diferencial y cálculo integral. A lo largo de este tiempo he tenido grandes momentos, alegrías de ver que el esfuerzo diario rinde buenos frutos, cuando los alumnos se comprometen a ser dignos representantes del centro ante los concursos de conocimientos con los centros educativos del estado, se ha logrado quedar entre los tres primeros lugares en el área de matemáticas. Al igual que hay momentos buenos, también hay momentos no muy agradables al ver que algunos alumnos desaprovechan la oportunidad de estudiar y prefieren darse de baja ante la poca eficiencia en el rendimiento académico.

El ser maestro en el nivel medio superior me ha permitido aprender de los jóvenes, comprenderlos en su etapa de adolescencia y sobre todo ser un docente que les facilite el aprendizaje y no que les haga más difícil su existir.

El no haber estudiado para ser docente no significa que no pueda realizar con profesionalismo esta labor tan noble y digna, porque siento que cuando se quiere se puede y es importante siempre dar el máximo esfuerzo. Espero seguir preparándome, obtener elementos técnico-pedagógicos para diseñar, aplicar y evaluar modelos didácticos que incidan en la calidad del aprendizaje.

Reciban un cordial saludo, desde Escárcega, Campeche.

Su amigo Javier Morales Morales

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